Para mi la danza , más que una afición es una vocación y la enseñanza mi misión.
Cada vez que adquiero un conocimiento nuevo, la forma que me surge espontánea de entrega es la enseñanza. Consciente de la responsabilidad que eso implica me he entregado al estudio de diferentes técnicas y recursos pedagógicos y así transmitir mis conocimientos de danza de la forma más orgánica, placentera y al servicio del desarrollo integral de mis alumnas y alumnos.
En la escuela combinamos rigor y disciplina con diversión y creatividad , todo ello en un marco de educación en valores. Transmitiendo al alumnado toda una dimensión ética de la danza al servicio del compañerismo, el respeto, la autoestima, el compromiso, el valor del esfuerzo, la disciplina, el cuidado de los detalles, la creatividad y en definitiva a no ser meros espectadores si no protagonistas de su propia historia; la danza como metáfora de la vida.
Desde el principio quise que la escuela estuviera enfocada al escenario, lugar donde culmina el proceso de comunicación que a mi juicio implica todo proceso artístico, de manera que el alumnado adquiriera las competencias necesarias para poder estar encima de las tablas desarrollando el mayor número de estilos posibles, abriendo el abanico para que cada una de las alumnas pudieran encontrar su estilo personal y la forma de danza que más desarrollara sus capacidades innatas.
También quise que la escuela estuviera abierta a la ciudad de Estella, y creé en colaboración con el ayuntamiento de Estella el espectáculo danza en familia, del que ya ha habido XVI ediciones, con dos funciones por cada una de las ediciones. Espectáculo con carácter didáctico y divulgativo que se ha convertido en un clásico de la vida cultural y social de Estella.
Consciente también de todo el trabajo que queda por hacer en nuestra comunidad en el desarrollo de las artes escénicas en general y de la danza en particular, me propuse crear una escuela con la máxima calidad posible de manera que aquellas alumnas y alumnos con vocación que quisieran continuar con su trayectoria profesional y acceder a conservatorios oficiales adquirieran la formación necesaria, de ahí que alumnas de la escuela hayan accedido al conservatorio Jose Uruñuela de Vitoria, conservatorio superior de Danza Maria de Ávila de Madrid, instituto del teatro de Barcelona, la Real escuela de arte dramático de Madrid, compañía de danza contemporánea Dantzaz , compañía de danza clásica Françoise Mauduit de Toulouse o el joven ballet de Aquitania.
Andrés Beraza